Me fabrique una filosofía tan compleja que ni yo la entiendo,
yo que la cree no puedo aplicarla, tantas ideas contradictorias, tantas
premisas que chocan, tantos enunciados sin mensaje, solo palabras llenas de ira
y a la vez vacías, palabras superficiales, palabras vanas, solo soy un poeta
sin versos, un verdugo que escribe su propia condena, soy un niño que nunca
maduro y no aguanto la crueldad del mundo, soy alguien que desea perderse… para
que lo busquen, me hice adicto al afecto, a la atención, estoy en una búsqueda desesperada,
en una silenciosa desesperación, condenado por el placer de ser amado,
caminando en círculos, llevado por la corriente en temporada de lluvias, la
luna me odia por no apreciar su belleza, el mar me ahoga en un intento de
acabar con mi miseria, el viento me abraza con su frio, la lluvia me hidrata
con sus lágrimas, todos tratan de liberarme del sufrimiento pero nadie trata de
acabar con lo que lo origina, conmigo, todos creen que tengo un problema, nadie
se ha percatado aun, que yo soy el problema, busco el amor por el cual no me
importa ser herido, estoy en ese punto donde el amor y el dolor se mezclan y
nadie, ni siquiera quien lo sufre, puede diferenciar donde empieza uno y
termina el otro, estoy enfermo, de la cabeza, emocionalmente enfermo, desquiciado,
atormentado por mis miedos, por mis visiones deformes, por mis caprichos, dependiente
del cariño y capaz de mutilar su alma con tal de conseguirlo, soy despreciable,
soy lamentable… todo esto es contra lo
que inútilmente lucho, creyendo que está mal, siN darme cuenta que esa miseria,
me da vida, una vida triste, con angustias y desesperación… una vida más humana,
una vida en la cual me estanque, donde estoy muriendo poco a poco, pudriendo mi
cuerpo, drogando mi alma, la única coherente es la razón, la cual perdió la
voluntad, trato de ser mejor, pero todo queda ahí, en un intento jamás en un
logro, soy alguien que se desprecia a sí mismo por haberse abandonado, buscando
su perdón en los demás, egoístamente buscando todo en los demás, sin ofrecer
nada más que su desdén por la vida y su implacable murmullo de exasperación,
por eso sé que necesito alejarme de la gente, de las amistades, de todos,
privarme de la vida, de las heridas y a la vez de las alegrías, no soy digno de
vivir, mucho menos de morir, mi castigo será fingir que vivo, vivir una farsa,
creer que rio, creer que sufro, creer que amo, creer que lloro, cuando
realmente solo respiro, al momento de que alguien lea esto, le dará sentido a
mis emociones y contradecirá mis ideas.
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