Yo ya estaba listo para morir, ya había empacado todo, cerrado las llaves del gas y del agua, bajado las pastillas de la luz eléctrica, regado las plantas del balcón y hasta vaciado el refrigerador, aunque todo desordenado, la cama seguía destendida, había ropa sucia en el cesto, algunos platos y vasos en el comedor y el piso estaba sin barrer, pero no importaba pues no esperaba volver.
Yo ya estaba dispuesto a morir, pero llamaste a la puerta antes de que yo saliera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario