Yo ya estaba listo para morir, ya había empacado todo, cerrado las llaves del gas y del agua, bajado las pastillas de la luz eléctrica, regado las plantas del balcón y hasta vaciado el refrigerador, aunque todo desordenado, la cama seguía destendida, había ropa sucia en el cesto, algunos platos y vasos en el comedor y el piso estaba sin barrer, pero no importaba pues no esperaba volver.

Yo ya estaba dispuesto a morir, pero llamaste a la puerta antes de que yo saliera.

Las palabras entran en caos, las letras chocan unas con otras formando esta montaña de ideas... pero por mas que lo intente, siento que no logro expresar como me siento, como me haces sentir, aunque repita sin cesar cuanto te quiero jamas seria suficiente, las palabras me faltan y a la vez me sobran, las palabras no me sirven para definir lo que causas en mi, por que al final las palabras al tratar de definir... solo terminan limitando las cosas.

¿Donde estoy?

Tal vez solo estoy aquí y en ningún lugar,

en el pasado o en mis memorias.

Tal vez únicamente me encuentro en este vació inmenso,

con una sombra que me persigue a través del tiempo,

Tal vez estoy contigo a todas horas,

cuando parpadeas, cuando suspiras.

Tal vez estoy en todos lados,

escondido,

admirando como todos van dejando partes de si mismos,

como van riendo o llorando,

como van viviendo y a la vez muriendo,

como se van perdiendo y encontrando de nuevo.

Pero yo deseo estar contigo, desgastar mis labios,

secar mis lagrimas y acurrucarme en tus brazos,

guardar los destellos de tus ojos y el silencio de tus manos,

dibujar tu rostro en papel y mis besos en tu piel,

hacer una canción al compás de tu corazón,

bailar y cantar contigo en completa oscuridad,

encontrar ese lugar donde no hay nadie mas.

Deseo estar junto a ti, solo estar contigo y no en otro lado,

puede que este perdido, que me este desmoronando,

que este averiado, que me este desvaneciendo,

que solo sea un árbol, en invierno...

Te traigo conmigo a cada instante,

tu llama tan cálida y brillante,

esa flama azul que parece de escarcha,

tan viva y delicada, capaz de desatar un incendio
y a la vez desvanecerse como incienso,

tengo tus labios de fuego tatuados en el cuerpo,

traigo tu voz bordada en mi sosiego
y bastantes sonrisas en mis recuerdos.

Solo soy un árbol en invierno...

enamorado de la nieve.

un árbol cubierto de escarcha

cálida y azulada.

Mi demonio

Aveces recuerdo que soy alguien mas, que soy capaz de causar miseria como cualquier ser vivo, que el miedo y la falsedad pueden recorrer mis palabras, que estoy expuesto a sentir, a llorar, a reír, a mentir, a fingir, muchas veces me encuentro en este sitio oscuro, donde desconozco que tanto de mi es verdad, donde los espejos no reflejan nada mas que un destello de luz perdido, estoy aquí confundido y a la vez triste, mi soberbia ha tomado forma, es tan densa, tan real, que logro ver la ira en su mirada, el como me ve con desprecio y de su boca no salen mas que palabras frías e hirientes, no se que hacer ni como hacerle frente, todo lo que dice se escucha tan valido que temo que sea real, estoy entrando en desesperación y mi rabia se convierte en lagrimas, no puedo refutar sus palabras, ha logrado someterme usando mis emociones y sentimientos, ha impuesto su voluntad sobre la mía y subyugado mi espíritu a través del miedo a su merced, me hace sentir tan falso, como si toda mi vida se transformara en una vil mentira, desprestigiando mi existencia, mi soberbia se convirtió en un demonio, en mi demonio personal, no se como desaparecer a un demonio, mucho menos cuando este te sigue a todos lados, no se que busca ni por que me acompaña, pero me siento tan débil, tan pequeño, tan insignificante que al parecer... me lo merezco.

Mis demonios necesitan de los tuyos, aunque los míos bailen a pasos torpes, aunque los míos canten disonantemente, aunque los míos sean toscos y bruscos, aunque los míos fumen, tomen y en ocasiones se droguen, aunque los míos lloren y hagan desorden, aunque los míos caigan y se desplomen, aunque los míos lean, escriban y borren, aunque los míos carezcan de ideas o tengan montones de ellas, aunque los demonios solo sean míos.