Posiblemente esta historia no
tenga sentido alguno.
Me encontraba debajo de un árbol,
sentado en mi piedra de madera leyendo un libro sin letras, los peces volaban y
había sido una noche calurosa. El amanecer se acercaba y el sol tan frio como
siempre ya comenzaba a congelar desde el horizonte.
Se me hacía temprano para
despertar, me acosté de mi piedra y
comencé a correr. Camino a casa me encontré un gato parlanchin capaz de
pronunciar el más difícil de los trabalenguas, era blanco, tenía un ojo color
miel y el otro azulado… a su lado del otro, pero realmente tenia los iris de
distinto color, uno de color miel y otro como mermelada de fresa.
Bueno, realmente yo no lo
encontré, el me encontró… pisando su cola. Llevaba prisa y retrocedía sin poner
atención más que en el reloj, aquel reloj inmenso en el cielo, donde las
estrellas marcaban las horas y nadie nunca había sabido quien fue capaz de
colocar las manecillas ni como pudo hacerlas girar.
Claro que me disculpe con aquel
excéntrico gato, cuyo nombre es tan extraño que parecia imposible de decir, a
excepción de él que lo dice tan claro como las llamas, posiblemente por eso es
el mejor con los trabalenguas o palabras monstruosamente complejas.
Como disculpa lo invite a comer,
y también a beber, me daba curiosidad que tan bien podría pronunciar estando
borracho. Era algo descortés de mi parte pero el no tuvo ningún inconveniente.
Al parecer esa noche no despertaría.
Para ser un gato parlante, era muy reservado, supongo que para mí era algo inusual y esperaba que no callara pero para él era algo cotidiano. No sabía de qué poder hablar con un gato, solamente me intrigaba por qué un gato se interesaría por hablar como nosotros ¿Con que fin? ¿Para entendernos? O quizá ¿Para decirnos algo?... Al final no pregunte nada.
Para ser un gato parlante, era muy reservado, supongo que para mí era algo inusual y esperaba que no callara pero para él era algo cotidiano. No sabía de qué poder hablar con un gato, solamente me intrigaba por qué un gato se interesaría por hablar como nosotros ¿Con que fin? ¿Para entendernos? O quizá ¿Para decirnos algo?... Al final no pregunte nada.
Después de unos minutos habíamos
llegado, salimos a la casa ya que afuera estaba helando por el amanecer, él se
acomodó y yo me dirigí a la cocina, le pregunte sobre qué le apetecía,
diciéndome que atún estaba bien. No sabía si estaba siendo muy cortes pero a
fin de cuentas lo había lastimado por no poner atención.
Fui a la vitrina y tome una
botella de absenta, una copa y un pequeño tazón. Mientras estaba sirviendo me
sentí realmente extraño al beber con un gato, afortunadamente no era cualquier
gato, sino realmente estaría demente… el gato, no yo.
Conforme mas bebía, mas
conversaba hasta que llego un punto donde no para de hablar, decía cosas absurdas,
graciosas, interesantes, pero sobre todo formulaba preguntas sin una respuesta
correcta o errónea, como:
El hombre que invento el primer
reloj ¿Cómo sabía qué hora era?
El mundo es redondo y lo llamamos
planeta. Si fuese redondo ¿lo llamaríamos redondeta?
¿Quién mato al mar muerto?
¿Por qué las ciruelas negras son
rojas cuando están verdes?
¿Cada cuándo se debe lavar una
toalla?
¿Por qué los establecimientos
abiertos las 24 horas, tienen cerraduras?
Después de un buen rato,
(bastante tiempo de hecho), me dispuse a comprobar su habilidad con los
trabalenguas y palabras largas… El acepto cordialmente aun estando en estado
etílico. Talvez por eso acepto
Se desesperó un poco ya que me concentraba en buscar que no le ponía la atención debida… a lo cual me dijo que buscara en mi libro sin letras, yo incrédulo abri mi libro y la sorpresa que tuve al ver letras en mi libro. Estas son unas de las pocas que recuerdo… o que pude escribir mientras intentaba decirlas:
1.- Paralelepípedo.
2.- Esternocleidomastoideo.
3.- Dimetilnitrosanima.
4.- Caravincuntincuadrado.
5.- Hexakosioihexekontahexafobia.
Increíblemente pronuncio todo bien, cada palabra, cada silaba, realmente no se podía mantener de pie pero podía hablar perfectamente. Era como un superpoder…
Cuando se acabaron las palabras prosiguió con los trabalenguas, los cuales también tenía que decir yo. Solo fueron tres y lastimosamente no pude decir ninguno de la forma correcta, aunque en mi defensa puedo recalcar que no solo estaban en español.
Los trabalenguas fueron los siguientes:
1.-"El otorrinilaringologo de Parangaricutirimicuaro se quiere desotorrinolangaparangaricutirimicuarizar. El desotorrinolaringaparangaricutimicuador que logre desotorrinolangaparangaricutirimucuarizarlo, buen desotorrinolaringaparangaricutimicuador
será”
2.- "Three witches watch three swatch watches. Wich witch watches which Swatch Watch?" Y el más difícil de todos ya que no tenia (y sigo sin tener) la menor idea de cómo se pronuncia
3.-
“施氏食獅史
石室詩士施氏, 嗜獅, 誓食十獅。
氏時時適市視獅。
十時, 適十獅適市。
是時, 適施氏適市。
氏視是十獅, 恃矢勢, 使是十獅逝世。
氏拾是十獅屍, 適石室。
石室濕, 氏使侍拭石室。
石室拭, 氏始試食是十獅。
食時, 始識是十獅, 實十石獅屍。
試釋是事”
No sé en qué momento el sueño me gano y me desperté,
pero para cuando recupere la conciencia, aquel gato con el nombre impronunciable
ya no estaba… Mi libro ya no tenía letras, todo rastro desapareció… excepto los trabalenguas, supongo que los dejo como testimonio de que no estoy loco.
Aún sigo leyendo mi libro sin letras esperando que aparezca aquello que necesito leer, que aparezca eso que nadie a leído… eso que solo un gato ha pronunciado.
Si es que realmente fue un gato. Si es que realmente no estoy loco.
No sé en qué momento el sueño me gano y me desperté,
pero para cuando recupere la conciencia, aquel gato con el nombre impronunciable
ya no estaba…